5 razones por las que necesitas una guía de estilo de marca
En primer lugar, ¿qué es una guía de estilo? Es un documento que resume todo lo que necesitas para comunicar tu marca de forma profesional y coherente.
Suele ser lo último que recibe una empresa en el proceso de creación de la marca y muestra las directrices para todos sus elementos de marca.
Por ejemplo, muestra la historia de la marca, cómo se creó el logotipo y cómo utilizarlo, cuáles son los colores de la marca, la tipografía, el estilo de las imágenes y los gráficos de la marca, como patrones o iconos, que se deben utilizar.
Entonces, ¿por qué invertir en una guía de estilo? ¿No basta con tener el logotipo y los colores decididos?
1. Establece el reconocimiento y la coherencia
Si sigues una guía de estilo correctamente, te asegurarás de mantener la coherencia en todos los puntos de contacto de la marca (la forma en que la gente entra en contacto con tu marca).
Sólo a través de esta consistencia la gente acabará reconociendo y memorizando tu marca.
2. Elimina la confusión
En una empresa, siempre hay muchas preferencias personales diferentes en los empleados y la dirección.
Lo que puede hacer una guía de estilo es establecer las reglas para que nunca tengas que mirar un diseño dos veces. Si la guía de estilo dice que puedes hacerlo, adelante.
3. Externalizar el diseño
Si el diseñador original que creó tu marca no está disponible para trabajar, puedes contactar con otra persona y entregarle la guía de estilo de la marca.
Un diseñador experimentado debería saber exactamente qué buscar en la guía para que tú, como marca, puedas tener la confianza de que los diseños se ajustarán perfectamente a la identidad de la marca.
4. Aumenta tu valor
Una marca que siempre es coherente y cohesionada se valorará mucho más que una que no tiene una dirección clara.
5. Te mantiene motivado
Una guía de estilo extensa incluye también la historia de tu marca. Siempre es una buena idea leer la guía de estilo de vez en cuando para recordar el hermoso negocio que has construido.
Da un paso atrás y recuérdate por qué empezaste tu negocio en primer lugar.
